
Chipre sigue viviendo estos días bajo la tensión y la incertidumbre. Los bancos siguen cerrados y los puestos de trabajo peligran. Hoy mismo el profesor de la Universidad de Nicosia, Pedro Molina, nos informaba de que han anulado los cursos intensivos de idiomas para este verano, por lo que no podrá trabajar durante esos meses y no tendrá remuneración alguna. Ante esta situación, numerosos negocios de todo tipo han puesto precios populares, rebajando el precio de sus productos temporalmente. Precisamente ayer pude observar algo muy inusual, pues en la famosa cadena de panaderías chipriotas "Zorpas" regalaban un pan tradicional (que suele rondar los dos euros) con la compra de una botella de leche. Esta mañana he observado carteles en diversas tiendas con precios irrisorios (como se puede contemplar en la fotografía de una tienda de segunda mano). Aún son pocos los negocios que han tenido que recurrir a estas medidas, pero si el próximo jueves se repite lo acaecido el martes pasado y los bancos no abren, el fenómeno seguramente se extenderá.


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